La auditoría de empresas. ¿Qué requisitos debe tener tu auditor?
En el proceso de ejecución de una auditoría es fundamental el papel que ejerce el auditor y la empresa auditoria que la lleva a cabo. De su profesionalidad dependerá, en gran medida, el resultado final de la misma.
No podemos olvidar que en sus manos ponemos la inspección, análisis y verificación de las cuentas de nuestra empresa con el objetivo de que compruebe si las cuentas anuales reflejan fielmente la situación financiera, el patrimonio,así como los resultados de la entidad.
Por un lado, debemos comprobar sus cualidades profesionales, pero sin dejar de lado aspectos personales como la sinceridad, la honestidad, la imparcialidad, la confidencialidad y la discreción, su bagaje laboral, que posea una mente abierta, con pensamiento creativo y lateral, ya que deberá considerar aspectos diversos y distintos puntos de vista.
El auditor.
Un buen auditor de cuentas debe contar con una alta capacidad de observación y tener instinto para detectar cualquier aspecto que sea relevante en la consecución de sus objetivos. En este caso, será fundamental que obtenga conclusiones derivadas de razonamientos lógicos.
Es muy importante que sea trate de una persona firme ya que, durante la auditoria, la organización no debe interferir ni sugerir la inclusión o eliminación de ningún dato o aspecto a su criterio. Obviar los prejuicios y mantener la objetividad serán igual de importantes. Si no mantiene estos criterios, estaría alterando el resultado final.
Aptitudes de un auditor de cuentas.
El auditor debe mostrar su aptitud a la hora de aplicar sus conocimientos y habilidades. En estos casos, contar con un profesional experimentado y con una formación acreditada es la mejor opción. Este profesional debe estar constantemente actualizando los conocimientos ya que se trata de un sector en continua evolución.
En cuanto a la documentación, el auditor debe tener claro que material debe solicitar a la empresa. Y esta tendrá que facilitársela adecuadamente. Es recomendable, en este caso, que la empresa solicite previamente los archivos que el auditor va a necesitar para así prepararlo con tiempo y agilizar el proceso.
La documentación más habitual suele ser: escritura de constitución de la sociedad y sus modificaciones, el balance de sumas y saldos, el balance de situación, las obligaciones tributarias e impuestos, información legal, litigios, actas, etc.
Queda claro que la figura del auditor es clave para la auditoría de una empresa, pero igual de destacable es que se logre la involucración de todo el organigrama y plantilla de la empresa auditada.
En este sentido, es fundamental que se comprenda y entienda la trascendencia para la organización de lo que significa someterse a una auditoria y de lo importante que es contar con la colaboración de todos. Ya que deben tener presente que estas evaluaciones ayudan a mejorar el rendimiento de ambas partes. Aquí juega un papel decisivo también el auditor para hacer llegar la motivación y las facilidades necesarias para despertar dicha colaboración.
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