Auditar el cambio climático o cómo ser escéptico con los titulares informativos
En estos días hemos asistido en España a un aluvión de noticias relacionadas con la cumbre del cambio climático. En un mundo cada vez más interconectado, una información en cualquier parte del globo se difunde a una velocidad asombrosa y las corrientes de opinión se generan de manera más rápida de lo que nuestro sorprendente cerebro de
sapiens puede asimilar.
Pero desafortunadamente esa mayor información y abundancia de opinión no lleva aparejada la necesaria corrección y veracidad del mensaje. De ahí la importancia de que las cuestiones objeto de debate internacional con alcance económico, entre las que se encuentra las relativas al cambio climático (que presentan el añadido de que su alcance es también ecológico y medioambiental), debieran tener el suficiente respaldo de veracidad, aspecto que para nada se cumple.
Probablemente sea por «deformación profesional», pero uno echa de menos cuestiones de rigor, de seriedad, de información veraz y contrastada en todo lo que rodea a esta cuestión. La desinformación, así como la información interesada campea a sus anchas en la red de redes (como en tantas otras cuestiones) sin que el ciudadano medio sepa al fin con qué carta quedarse. Para emitir un juicio adecuado u opinión sobre el tema, si actuamos desde el punto de vista de auditor-revisor del cambio climático, necesariamente tenemos que elaborar un programa de trabajo que pueda ser capaz de dar respuesta, entre otras, a las siguientes cuestiones:
- ¿Existen opiniones científicas contrastadas que niegan el cambio climático?. ¿En qué hipótesis están basadas?
- ¿Cuáles son los costes y beneficios de las políticas contra el cambio climático?. ¿Quién se beneficia de ello?. ¿Quién se perjudica?
- ¿Por qué se da un tratamiento distinto por país a las campañas sobre este asunto?
- ¿Cuáles son los motivos por los que hay países como China (en teoría el mayor contaminante actual), India o Estados Unidos no estén alineados con el resto en cuestiones medioambientales?
- ¿Por qué ni tan siquiera los asistentes a las cumbres se ponen de acuerdo?
Demasiadas interrogantes como para tener un juicio u opinión adecuados a las circunstancias. Parece que un auditor no podría (ante la limitación evidente que supone la falta de información adecuada, la no obtención de evidencias necesarias y suficientes sobre la cuestión climática) emitir su opinión, se vería obligado a denegarla. Y todo lo anterior sin mencionar el «circo mediático» subyacente en el asunto. Por ello mejor no hablar de cierta niña sueca de cuyo nombre no quiero acordarme…… Francisco Jimeno. EUDITA.
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