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Los billetes de 500 o «para decir adiós hay que haber dicho hola»

Acabamos de conocer la medida adoptada por el Banco Central Europeo en relación con los billetes de 500 euros que consiste (emulando a los cánones taurinos de parar, templar y mandar) en parar de producir desde la misma fecha del anuncio de la decisión, cesar su emisión a finales del 2018 y permitir su uso legal por tiempo ilimitado. Un porcentaje muy alto de los mismos es utilizado en actividades ilícitas de tal modo que su bonito color lila tiene una tendencia muy fuerte a mutar en negro.

Si consideramos que las estimaciones son de que en España existen 65 millones de estos billetes en circulación y sabiendo que según las últimas cifras de población somos 46,4 millones de habitantes en España, no es posible resistirse a la división: como cifra media, cada español tiene aproximadamente un billete y medio de los llamados Bin Laden. Más del 90% de los que lean este artículo pensarán ¿Y los míos dónde están? Pregunta difícil de responder puesto que estos billetes se concentran en pocas manos y muchos ni los ven.

La riqueza, al contrario que la energía, sí se crea y se destruye, aunque las dos se parecen en que se transforman. La riqueza que hoy está en billetes de 500 euros mañana podrá estar representada en otro tipo de activo valioso. Por ello, la medida del BCE tendrá poco efecto sobre la economía de sus ciudadanos: para los pobres (esos del teórico billete y medio) no supone ningún quebranto la desaparición del billete, los deja donde están; para los ricos…¿Alguien piensa en una medida que les vaya a perjudicar? Para los que en vez del billete entero y otro roto lo que tienen son billetes “a punta pala” (maletines, cajas fuertes y otros escondites que seguro serían dignos de un reportaje alucinante, al estilo del Celtiberia Show) tampoco supone ningún quebranto ya que se permite su uso ilimitado, igual que ocurre con las pesetas, que se pueden cambiar por euros hasta diciembre del 2020 y se estima que quedan alrededor de 1.600 millones de euros de dicha moneda. Tiempo habrá de pensar algo para esos “ahorrillos” en billetes de 500.

Está claro que la mayoría de españoles no llorarán por la pérdida de lo que nunca tuvieron.   

Francisco Jimeno. Presidente de Eudita.

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